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Diciembre 2015 Reporte de las Industrias Extractivas en América Latina

  • News from NRGI

  • 31 December 2015

Brasil, Colombia, Chile y México: cuatro estatales latinoamericanas se ajustan el cinturón

2016 inicia con las que podrían ser las semanas más críticas del sector extractivo en los últimos años. Con el precio del petróleo rondando los 20 dólares por barril y el del cobre cotizándose alrededor de 4 dólares la onza, la caída del precio de los commodities supera todas las expectativas. Y la situación no apunta a mejorar sino todo lo contrario, pues con el petróleo de Irán ingresando al mercado y al menos 3 megaproyectos de cobre por entrar en operación a inicios del 2016 en el Perú, la sobreoferta en el mercado de las materias primas promete arruinar los sueños de aquellos países que esperan un pronto rebote de los precios de sus principales exportaciones.

Ante este panorama, casi el total de las empresas extractivas públicas y privadas se ha visto obligado a reajustar sus presupuestos para el año entrante. Desde el sector privado observamos una tendencia a recortar o paralizar completamente la producción en proyectos poco rentables. Desde una perspectiva corporativa privada, frenar o paralizar proyectos son opciones obvias dentro de estrategias de protección de los intereses de los inversionistas, a pesar que impliquen medidas impopulares como despidos masivos de trabajadores y reducción drástica de aportes al fisco de los países donde operan.

Sin embargo, para las empresas estatales no es tan simple tomar este tipo de decisiones. Si bien la mayoría de compañías extractivas estatales ha realizado recortes presupuestales para el 2016, los recortes obedecen a criterios no necesariamente similares al de una empresa privada.  Resulta pues interesante analizar en qué rubros se concentrarán los recortes presupuestales de las empresas estatales latinoamericanas para el 2016 y el potencial impacto que pueden tener en su desempeño corporativo y el rol que juegan en sus países de origen. 

Con esta finalidad, analizamos los recortes realizados por empresas estatales de hidrocarburos como Ecopetrol de Colombia, Pemex de México y Petrobras de Brasil, y de la estatal minera Codelco en Chile. 

Ecopetrol, con negocios en exploración, producción, transporte y refinación, ha anunciado para el 2016 un presupuesto de inversiones de 4800 millones de dólares que representa una caída del 40% (3060 millones de dólares menos) en comparación al total del 2015. Ecopetrol había señalado que para la empresa lo importante es priorizar el gasto en los segmentos que le permitan generar caja y donde no se hayan concentrado grandes inversiones en años anteriores, algo en lo que parecía coincidir con la Cámara Colombiana del Petróleo, la que considera oportuno concentrar los esfuerzos en hacer producir los campos maduros y dejar de explorar hasta que sea más rentable invertir en el rubro. Por ello, llama la atención la estatal haya finalmente decidido priorizar el negocio de exploración, mientras que negocios rentables en años anteriores -como transporte, refinación y producción- han experimentado cortes drásticos en sus presupuestos. Transporte, segmento que representó las mayores ganancias para Ecopetrol en 2015, enfrenta un recorte del 40%. El rubro producción, vital para mantener los niveles de 755 mil barriles por día, también experimentó un recorte del 56%.

En este sentido, en contra de sus propias declaraciones y en contra de lo propuesto por el sector privado, la lógica de la priorización hecha por Ecopetrol descarta una visión de corto plazo, que buscaría incrementar los niveles de producción para compensar la caída de precios, por una visión a largo plazo que asegura las reservas petroleras del futuro.

En 2015, la mexicana Pemex redujo su presupuesto un 11%. La mayor parte de esta reducción (75%) impactó directamente al sector Exploración y Producción, resultando en el recorte de 10 mil plazas laborales a lo largo del año.  Las autoridades han anunciado para 2016 otro recorte del 15% a las previsiones presupuestales. Los rubros afectados serán nuevamente exploración y producción.

Pemex toma estas decisiones en pleno proceso de reforma del sector energético. Como consecuencia de la reforma, la estatal realizó un proceso de reestructuración de su negocio que implicó fusionar empresas dependientes, cerrar plantas innecesarias y reconformar su consejo directivo. La reforma energética también tiene impacto en la manera como se ha priorizado el gasto. Por ejemplo, el rubro exploración recibe menos presupuesto debido a que durante la Ronda 0 de licitaciones petroleras se asignó a PEMEX una serie de campos maduros que ya están en producción, lo que permite reducir la inversión en exploración. De la misma manera, se reduce la inversión en producción pues ahora la expectativa es cerrar contratos de interés compartido con privados, quienes aportarían buena parte de los recursos de inversión. De hecho, las autoridades mexicanas calculan que los nuevos contratos petroleros con privados generarán al menos 63 mil trabajos en los próximos años, compensando así la caída en los empleos directamente generados por PEMEX.

Petrobras de Brasil se ha propuesto reducir gastos y concentrar esfuerzos en yacimientos rentables.  Es así que para 2016 la estatal anunció un recorte del 25% a su plan de inversiones quinquenal (2015-2019), recorte que se convierte en el tercer reajuste al plan, que en el año 2015 iniciaba con 130 mil millones de dólares y que hoy contempla inversiones solamente por 98 400 millones de dólares.

Los principales rubros afectados por los recortes serán exploración y producción. En este sentido, Petrobras plantea asignar 80 000 millones de dólares a la exploración y producción en Pre-Sal, mientras que cerca de 11 mil millones alimentarán a las áreas de distribución y refinación. El saldo restante se utilizará para proyectos diversos en el sector de gas y energía.  Asimismo, Petrobras solo podrá disponer de 20 000 millones de dólares en efectivo al iniciar el año, monto calculado únicamente para saldar deudas pendientes al 2016.

Un aspecto a resaltar del caso brasilero es la política de contenido local que rige en el país y que, hasta el momento, sirve como fuente generadora de empleo en el sector. En enero el gobierno brasilero promulgó el Decreto 8,347, que crea el Programa de Estímulo a la Competitividad de la Cadena Productiva, el Desenvolvimiento y Mejoramiento de Proveedores del Sector Petrolero y Gas Natural. El decreto, que fue presentado ya en noviembre del 2015, crea un Comité Directivo que deliberará sobre la asignación de créditos llamados Unidades de Contenido Local (UCL), para compensar a los operadores por eventuales excedentes al momento de aplicar la política de contenido local en un campo de exploración. Esta estrategia se asemeja a la racionalidad detrás del proceso mexicano: incentivos para un sector privado, que compensará los puestos laborales recortados por la estatal.

El caso de Codelco merece mención a parte debido a que se inscribe en el contexto del mercado de minerales. El pasado noviembre la estatal chilena anunció que recortaría de 25 000 a 22 000 millones de dólares su plan de inversión 2014 – 2018.  Los recortes presupuestales de Codelco parecen obedecer a un criterio de eficiencia de uso de recursos que tiene como principal objetivo mantener los niveles de producción de cobre. El plan para reducir inversiones de la estatal chilena se concentra en fortalecer los planes estructurales de la minera al largo plazo. Esto implica recortar todo tipo de inversiones que no beneficie a estos propósitos de manera directa.

Los proyectos estructurales de Codelco apuntan a potenciar la producción de la estatal. Destacan Chuquicamata Subterránea (fundición); el mejoramiento de las instalaciones de mina Andina (explotación) y el Nuevo Nivel Mina Teniente (explotación). Todos estos proyectos ya presentan avances entre el 17% al 35%.

Otro aspecto a resaltar del caso Codelco es el número de despidos que ha acumulado la estatal. En el 2015 se recortaron en total 4292 plazas laborales: 397 pertenecientes a la línea ejecutiva de la compañía y 3895 entre operarios y contratistas. A pesar de los recortes laborales, Codelco afirma que sus niveles de producción no se verán afectados, en parte porque la estatal ya padecía de un problema de sobredotación de personal.

Sin embargo, el costo al corto plazo de los despidos es alto para la empresa. Se sabe que Codelco, al igual que Minera Escondida (BHP Billiton), la mina de cobre más grande del mundo, han ofrecido a sus trabajadores salientes beneficios por su retiro voluntario. Es así que los pagos por concepto de planes de desvinculación entre ambas compañías suma un total de 279 millones de dólares.

El escenario al que se enfrentan las estatales de la región es complicado. La meta de seguir produciendo se contrapone a un mercado de commodities que lucha contra la sobreoferta. Producir menos, sin embargo, no es opción. De un lado, los gobiernos siguen necesitando los ingresos que las exportaciones puedan generar. De otro lado, el tamaño de la inversión en infraestructura durante la última década obliga a seguir produciendo para saldar deudas y mantener los niveles mínimos de producción que requieren las nuevas plantas para funcionar.

Es así que las cuatro compañías presentadas buscan preservar niveles de producción reduciendo al mínimo los costos operacionales. Esta tarea, sin embargo, resulta más complicada mientras que los precios no dejen de caer.

Petrobras enfrenta la situación más crítica al tener un costo de producción por barril de 49 dólares, en parte por la inflación que afecta al país. En comparación, Colombia y México están mejor preparados. Ecopetrol, por ejemplo, ha anunciado que puede seguir siendo rentable con un barril de petróleo entre los 20 y 30 dólares. De la misma manera, Pemex tiene actualmente un costo de producción de 23 dólares por Barril. Pero el precio ya está por los 25 dólares del barril y con el ingreso del petróleo iraní podría bajar aún más, amenazando con hacer que estos países también produzcan y vendan por debajo de su costo de producción.

La caída del precio del cobre también presiona a Codelco. El costo de producción de cobre transita entre 1 y 3 dólares dependiendo de los distintos proyectos. Con un cobre cercano a los 2 dólares, además de otros fenómenos como el debilitamiento de la divisa local, hacen que el margen de ganancia sea crítico.