La información filtrada en los Papeles de Panamá, del bufete de abogados Mossack Fonseca, se ha apropiado de los titulares de las últimas semanas, y así seguirá sucediendo a medida que se divulguen más nombres. El escándalo ubicó a Panamá en la primera plana y causó una exposición sin precedentes del mundo del dinero oculto y la evasión fiscal. Para entenderlo en su contexto más amplio, es preciso distinguir entre la corrupción “legal”, como la expuesta por los Papeles de Panamá, y la corrupción “ilegal”, como la expuesta por el escándalo de Unaoil. Los Gobiernos deben aprovechar la oportunidad para adoptar medidas firmes contra ambas.